Date:
2024-03-21
El 24/12/2019, el menor, de 14 años de edad, acudió al Servicio de Urgencias del Hospital Don Benito-Villanueva por inflamación testicular e intenso dolor en el testículo izquierdo, que se incrementaba con los movimientos, además de dolor en hipogastrio y fuertes nauseas con vómitos alimenticios.
Sin embargo, tras una breve exploración física, la facultativa concluyó que la sintomatología era “compatible con varicocele” y decidió dar el alta al paciente, prescribiendo ibuprofeno cada ocho horas.
Dos días después, el 26/12/2019, el paciente acudió al Hospital Universitario Severo Ochoa por continuar con intenso dolor e inflamación del testículo izquierdo. Ya era tarde, pues las pruebas diagnósticas acreditaron que era imposible salvar el testículo, pues había sufrido una torsión testicular de dos días de evolución.
La resolución administrativa acoge los argumentos del abogado de la Asociación El Defensor del Paciente, y refleja lo siguiente:
En las condiciones médicas particulares de su informe, la Médico Inspectora señala que es obvio e incuestionable, que cuando acude al S. de Urgencias del día 24 de diciembre de 2019 aquejado de «inflamación y dolor en testículo izquierdo que ha comenzado hace unas horas, como así atestigua el Informe de Urgencias de dicho hospital, se presenta un cuadro de escroto agudo.
Valoramos y razonamos desde el punto de vista médico que es plausible convenir que la primera sospecha diagnóstica, ante el cuadro de escroto agudo que presentaba correspondiera a una torsión testicular.
En consecuencia, concluye: “A la vista de lo expuesto en el informe del Servicio de Inspección Sanitaria, se evidencia que, en la asistencia sanitaria prestada, el error diagnóstico y la omisión de una ecografía doppler ante una clínica de escroto agudo constituye una actitud alejada de la normopraxis”.
La defensa de los intereses del paciente ha sido dirigida por los servicios jurídicos de El Defensor del Paciente.
